These guys just awesome and I am so jealous!
Wakeboard and skate in Berlin, wakeboard in Istambul, ski in Caen and Reims.
"Mediocre people have a sure instinct to recognize talented people and flee from them".
"Una de las pocas frases de Heráclito recogidas por la posteridad condena al pueblo de Éfeso por la expulsión de Hermiodoro, su mejor filósofo. “Merecerían los efesios adultos ser ahorcados todos y dejar a los jóvenes la ciudad, por haber expulsado al más útil entre ellos mismos, diciendo: ‘Que no haya entre nosotros nadie que sea el mejor, que lo sea en otra parte y con otros’”. El odio del hombre mediocre al talento superior, o de la colectividad al genio, se convirtió desde entonces en un tópico difícil de rebatir, porque la envidia forma parte de la condición humana y la envidia del talento es una de sus variedades más tóxicas."
Hay que aceptar la muerte de las bibliotecas como fuentes de conocimientos. Hoy corresponde a la radio impartirlos por las dos orejas simultáneamente [...]
Mi papá [Roberto Gaviria Cobaleda] vivía en Cañasgordas y llegó a ser alcalde del pueblo, pero sobre todo fue contrabandista. En Urabá compraba whisky, lo traía por entre el monte en un ataúd, con todo y comitiva de deudos, cuatro señoras y señores vestidos de negro, que lloraban al pasar por los resguardos de rentas. El ataúd lo enterraba en el cementerio y por la noche, cubierto por la oscuridad, sacaba la caleta y la llevaba a una tienda donde perforaba huevos, les sacaba la yema y la clara, les inyectaba el whisky, y los vendía a los bebedores. Como los sapos [chismosos] han existido toda la vida, lo delataron. Pero alguien alcanzó a alertarlo: vea, don Roberto, pilas, que lo tienen en la mira, lo tienen analizado. Pero don Roberto, como si no hubiera oído, salió como de costumbre con su cajón y lo llevó al cementerio a darle cristiana sepultura. Enmedio de la ceremonia le cayeron: "¡Queda preso!" "¿Y por qué? ¿Y yo qué he hecho?" "¡Usted trae contrabando!" "Yo no traigo contrabando." "¿Y qué trae usted ahí?" "Nada, yo no traigo nada." "Lo vamos a abrir." "Ábralo." Lo abrieron y vieron el cajón lleno de piedras. Y, decepcionados, dijeron: "No, este no es contrabandista, este es un viejito loco".