June 3, 2006

Azar e ignorancia


Había estado en Köln por última vez en diciembre de 2003. En aquella ocasión nos habíamos encontrado William Kane mi primo y yo para charlar. Después de la cena en una trattoria junto al Rhin, nos hicimos esta foto.

Aunque mantenemos contacto epistolar, no había vuelto a ver desde entonces a William; tampoco había vuelto a Köln, hasta la semana pasada.

Después de haber devuelto el coche rentado en Deutz, tomamos el primer tren que pasó y nos bajamos en el Hauptbahnhof colonial. Mis Papás insisten en que les muestre el lugar preciso en que nos habíamos hecho aquella foto dos años y medio atrás. Comienzo entonces a platicarles de la trattoria, el barandal de las escaleras, y les explico que tomamos la foto con la cámara de William, "quien por cierto ahí viene"...

Verdaderamente allí venía, para sorpresa de todos. Fue como si lo hubiéramos invocado. Venía directamente hacia nosotros, a unos 20 metros de distancia. Aún bajaba los últimos escalones del atrio catedralicio, y se enfilaba hacia el Hauptbahnhof.

William aún vive en Aachen, y en ese momento no debería haber estado en la plaza si un amigo con quien había acordado en verse hubiera tomado el tren correcto. Su estancia en Köln duraba unas pocas horas. Nosotros no debíamos estar tampoco en ese momento allí si no nos hubiéramos entretenido más de lo previsto el día anterior en Frankfurt, y si el Navi hubiera señalado sin error las oficinas de Europcar. ¿Cómo hacer que familiares que viven en París, Aachen, Berlín y San Pedro se encuentren en un lugar ajeno a todos ellos?

El azar mide nuestra ignorancia de las relaciones causales. El azar planea encuentros estupendos con mis primos.

5 comments:

RACHE said...

¡Qué curioso! Ese tipo de momentos son geniales ¡Ojalá nos pase algún día!

Darío Zetune said...

"El azar mide nuestra ignorancia de las relaciones causales". Acertada frase.

Me ha pasado igual, hace unos años de visita en Roma.

Saludos!

Anonymous said...

les moments comme ceux-ci sont tellement amusants !! c'est fou les coïncidences...en plus quand c'est bien raconté ^^!
besos

Anonymous said...

ben oui!! c'est vrai, j'étais là! avec mes parents. c'etait en ce moment là où j'ai connu mon cousin.
Oh là là Dauphine, tu utilises aussi les chapeaux!!
enrique a utilisé des chapeaux, pendant tout le voyage!!!!!
mais c'était génial!!!
c'était ouf!

Anonymous said...

Dichoso que puedes darte el lujo de viajar para que el azar pueda jugar contigo de esa manera me gustaria que me dijeras que te gustaría que leyera en estos días aparte de tu blog

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