Yo tenía un tío que se llamaba Celerino, un borracho; y siempre que íbamos del pueblo a su casa, o de su casa al rancho que tenía él, me iba platicando historias. Yo no sólo iba a titular los cuentos de El Llano en llamas como Los cuentos del tío Celerino, sino que dejé de escribir el día que se murió. Por eso me preguntan mucho por qué dejé de escribir, pues porque se me murió el tío Celerino. Pero era muy mentiroso, todo lo que me dijo eran puras mentiras y entonces, naturalmente todo lo que escribí eran puras mentiras.
Juan Rulfo
9 comments:
Creo que fue Munyoz Molina el que dijo que escribir literatura aunque sea biográfica o en primera persona es ficcionar, es decir, pura ficción. Desde el momento en que lo trascribes al papel se transforma en mentira. El presente es indescriptible y el escritor es sujeto subjetivo. Todo es mentira.
¡¡Mentira!!
Rafa ;)
¡ya sé quien eres!...eso es todo. te conocí en algún campamento
Rulfo es un maestro. Sin duda uno de los mejores escritores que ha dado México
he escuchado de una pelí relacionada a lo que mencionas del maestro Rulfo. La denominan big Fish... dicen que es buena, habrá que ver
Hola, Enrique. Hermoso texto el que escogiste.
Todo lo que escribo, desde la mentira más inofensiva hasta la ficción más ajena a mi apariencia, esconde facetas ocultas de mí misma. En la ficción también hay algo autobiográfico. Soy un sistema cerrado que solo es capaz de producir a partir de sus propios contenidos. El criterio con el que selecciono los temas, el enfoque, el anecdotario, de alguna forma hablan de mí. No podría haber escrito Borges con el estilo de Irwing Wallance ni Wallance con el de Borges.
Un abrazo virtual.
Bueno, Enrique, qué decir: Fue lindo mientras duró. Quizá se dé otra chance en el futuro.
Tu amigo madrileño,
Rafa.
Malísima la película de Big Fish
! Se espera que a ti te vuelva la inspiracion !
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