June 11, 2006

¿Devoción, superstición, ambas?

Superstición: vicio opuesto a la religión por exceso; no porque en la adoración a Dios sea mayor que la auténtica religión, sino porque ofrece adoración divina a seres distintos de Dios, o porque adora a Dios de una manera impropia (S.Th. II-II, 92, 1).


Devoción: Devotion, in the language of ascetical writers, denotes a certain ardour of affection in the things of God, and even without any qualifying prefix it generally implies that this ardour is of a sensible character (Catholic Encyclopedia, "Popular Devotions").

11 comments:

Tormentas said...

¿y si se trata del miso hábito y sólo cambian los objetos hacia los que se dirige? ¿no se estaría realizando un ejercicio útil y provechoso el supersticioso?

David|Lanke said...

La mezcla de la gran devoción y pasión mexicana tiene consecuencias como esta "devoción" si es correcto llamarle así.

Darío Zetune said...

Yo opino que es una devoción muy posmo...

Anonymous said...

Más que devoción posmoderna, creo que es regresar al pensamiento mágico de las primeras sociedades humanas, según el cual el poder de sanación o de comunicación divina estriba en el objeto de adoración.

Es como lo que te decía la otra vez, Enrique, de mi amigo a quien le chocaron su carro y le fue a echar agua bendita. Como si el agua bendita tuviera poderes (en vez de ser el signo de una bendición). O como las señoras que prender una veladora cual lámpara de Aladino, y dicen las novenas como si fueran palabras mágicas.

Yo creo que es regresar un poco a ser bestias.

Darío Zetune said...

Lo que sí es que, si a Dios le gusta el fútbol, que hasta permite que lo vistan como miembro de la selección nacional, entonces estoy perdido!

¿Los dioses hinduístas serán más sosegados?

Enrique G de la G said...

Sea lo que sea y supuesto el nexo causal, funcionó ayer: 3-1.

Anonymous said...

Me parece que la idea que maneja babi es muy acertada: al rezo no se le pueden atribuir efectos mágicos.

Pero me parece que sería bueno complementarlo con la idea que maneja Jaques Philipe quien habla de que el primer beneficiado con el rezo es el mismo orante, pues se abre y dispone a la voluntad divina

Darío Zetune said...

Oye Enrique, y... ¿estuviste ahí o que onda? ¿Alguna otra anécdota que te haya sucedido en estos días en donde Alemania está de lleno en la fiebre futbolera?

Supongo que tú debes ser el más contento.

Saludos!!!

El Serch.

El Justo Medio said...

No hay nada mejor que los 'Niños Dios' con articulaciones. Eso sí es un gran muñeco de acción. Además, generalmente tienen la cara de un joven de 15 y cuerpo de un bebé de dos. Una vez a uno le vi bigote.

Anonymous said...

Yo quiero de regalo de Navidad un Niñodiós con articulaciones.

Anonymous said...

Enrique: ¡falacia! ¿"Sea lo que sea" pero "funcionó"? Jjarjajrajrajr.

Robespierre: sí ok, pero estamos hablando de dos conceptos: el poder del acto por sí mismo y el poder del ente invocado. El orante se abre a la gracia pero no por poder directo del acto de orar, sino por el de Dios. Porque luego, no vayamos a cometer el quid pro quo de decir que la oración tiene un efecto mágico sobre el orante. Pues, para ese caso, tendríamos que decir también del supersticioso, (cuya fe estriba en el objeto de adoración (o idolatría), que no en Dios) que se abre a la voluntad divina. Y más bien creo que el supersticioso se abre al miedo y se aleja de Dios.

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