Búfalo y bisonte son, acabo de aprender, sinónimos. Su nombre científico es, cuando no pleonásmico, por lo menos, repetitivo: bison bison. Los indios sioux lo llamaban tatanka.
Fue un animal muy cazado durante el siglo XIX, hasta casi desaparecer. La montaña de cráneos de la foto data de 1870. Había dos estrategias para matarlos: disparándoles a los pulmones, pues las balas de entonces difícilmente atravesarían los cráneos, o bien provocando estampidas hacia precipicios. La primera técnica era más segura pero limitada en número, pues los estruendos disipaban las aglomeraciones; la segunda era más esforzada pero rendía mejores cuentas.
Una vez muertos, rajaban los lados, enganchaban la nariz y, jalándola, lograban sacar íntegra la piel.
El sábado cené búfalo, bisonte, bison bison, tatanka.
2 comments:
Querido Primo,
Buen provecho/buena digestión, ?hubo Jägermeister después del platillo?
Recuerdo de la novela Centenario (J. Michener) que la tarea del cazador comenzaba con detectar el tatanka líder y una vez identificado disparaba a los pulmones: el animalito caía súbitamente sin poder decir ni pío. Se acercaba, curiosa e inocentemente, otro búfalo al líder caído tratando de ver qué le había pasado al gran jefe. El cazador dispara a los pulmones nuevamente y espera al siguiente bison bison a que se acerque. En fin, el cazador tiraba como si fueran patitos de feria de pueblo. Una bestia tonta, decía Michener.
Los problemas que se le podían presentar al cazador eran:
1. Fallarle a los pulmones, así el búfalo bramaba de dolor y el resto de la manada corría espantada y
2. Disparar tanto, que el cañón del rifle perdía sus propiedades y se dañaba, así el hombre blanco bramaba de ira -contra esto, el cazador tenía que, de vez en cuando, verter un poco de agua sobre el cañon, enfriandolo.
Saludos
WKG
¡Hey, Primo! ¿Qué tal la vida en tierras carlomagnas? No hubo sino mucho vino, y la Weinkönigin anduvo por ahí.
No conozco esa novela, "Centenario". Te agradezco las precisiones. Hay una foto magnífica de unos bisontes cayendo, que puse hace tiempo ya en este blog, de Wojnarowicz. Eso que mencionas de que los rifles se calentaban mucho lo resolvían, en efecto, con agua, pero también llevando varios (dos, al menos) para irlos alternando.
Saludos berlineses.
PS. ¿Cuándo te asomas por Prusia?
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