Uno de los entretenimientos favoritos de Marcel Proust era encontrar parecidos (sosias, deberíamos decir ya) entre obras de arte y personas vivas. A pesar de que no coinciden las expresiones ni los perfiles, vaya aquí un ejemplo: la Judith de Caravaggio y Maria Sharapova.
July 23, 2006
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
3 comments:
¡el hecho de que cites como antecedente a proust no te salva de estar memonuñeando!
mi hermana y yo todavía nos seguimos burlando de mi madre porque era idéntica a un paje que salía de fondo en un retrato de la galería nacional de londres
Es curiosa tu observación, Miguelón, pues Mar. comentaba en "Cetrería" que él ñepeaba, y ahora resulta que yo memonuñeo... Puesto que la palabra "proustificar" tiene ya un sentido concreto muy diferente, dejémoslo en que los dos "prousteamos".
Salud.
Yo se lo copié todo a Wreschler.
Post a Comment